Hija de Leda y del Dios Zeus, poseedora de una belleza y encanto que podría ser la gloria o la desgracia de quienes la conocieron. Desde muy pequeña estremecía los corazones de hombres y mujeres.
En su pre-adolescencia fue raptada por el héroe ateniense Teseo y su amigo Pirítoo pero mientras viajaban al Hades fue rescatada por sus hermanos y llevada a Esparta. Cuando tuvo la edad de casarse, a raíz de las disputas por su mano, Odiseo sugirió que los pretendientes juraran acatar la decisión sobre quién sería el esposo de Helena más la obligación de acudir en auxilio del elegido si en algún momento su esposa fuese disputada. Fue así que se eligió a Menelao, hermano de Agamenón, rey de Micenas.
Afrodita le había prometido a Paris, príncipe de Troya, el amor de Helena. Así que este fue a Esparta donde fue recibido por Menelao y Helena, sin embargo Menelao tuvo que viajar a creta siendo el momento elegido por la diosa para provocar que Helena se enamorara del joven príncipe y huyeran juntos hacia la ciudad de Troya, donde los encantos de la doncella gobernarían los corazones de los habitantes dándoles un cálido recibimiento.
El rapto de Helena desencadeno que los ejércitos de Grecia se unieran contra la ciudad de Troya, donde Agamenón comandaría los ejércitos y donde participarían héroes como Aquiles y Odiseo. La guerra fue atroz y culminaría con la caída de Troya a manos de los aqueos y su caballo de madera.
Después de la guerra, Helena regreso junto a Menelao a Esparta sin embargo era considerada el origen de las desgracias de naciones y lo único que la mantenía con vida eran sus encantos que evitaba que las personas lograran lastimarla quedando embelesados con su belleza. Sin embargo Orestes y Pídales, un par de humanos que lograron ser inmunes a sus encantos, clamaban venganza pero fueron detenidos por Apolo y fue el quien llevo a Helena a los campos Elíseos donde viviría eternamente. Sin embargo Atenea la condenaría a permanecer en los campos Asfódelos hasta el día en que realice un acto heroico equiparable con las desgracias que había provocado.
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