sábado, 26 de octubre de 2013

Hijo de Etra y el Dios Poseidón, señor de los mares, fue poseedor de una fuerza y ferocidad comparada con la de su gran amigo Hércules.


El rey Egeo, al no poder concebir un hijo, fue a visitar al oráculo de Delfos donde predijeron que su heredero sería el hijo de Etra, mujer con la que había yacido cuando regresaba a Atenas en uno de sus viajes y pensando que suya era la semilla.

Tras la concepción de Teseo, Egeo decidió que su hijo no pasara la niñez con él y escondió su espada y sus sandalias bajo una roca que el infante no debía de poder mover hasta que fuera lo suficientemente fuerte para ser reconocido como el heredero.

Y ocurrió así, llegada la edad Etra le confesaría las intenciones de Egeo a Teseo, este lleno de júbilo fue hacia la roca la cual movió usado su asombroso poder logrando obtener la sandalias y al espada de su “padre” humano. Etra entonces le dio dos opciones: ir por mar, una ruta segura donde aparte lo protegería su padre Poseidón, o bien por tierra, llena de obstáculos y peligros. El joven Teseo, ansioso de seguir los pasos de su amigo Hércules opto por ir a pie.

En su aventura hacia Atenas enfrento a diversos adversario temibles; Perifites, peligroso bandido que aplastaba a sus adversarios con su enorme maza de bronce, al cual Teseo logro contener deteniendo con sus manos desnudas; Sinis, un sangriento guerrero el cual partía en dos a su enemigos amarrándolos de las punta de los árboles y sobre el cual Teseo aplicaría el mismo suplicio al derrotarlo; Cicerón con el cual tendría un duelo con espadas que al final terminaría con Teseo azotando contra el suelo a temible enemigo.

El camino a Atenas fue la vía de la gloria de Teseo, y cuando este hubo llegado a su destino ya era conocido cono el “valiente incognito de Tecén”, al entrar a la grandiosa ciudad hubo quienes no dudaron en burlarse de su aspecto tan peculiar, sin embargo los habitantes de Atenas fueron testigos de cómo logró tirar de una carrosa la cual necesitaba cinco caballos para ser movida, con lo que la burlas cesaron al instante.

Madea, que era la esposa en ese momento de Egeo temió que Teseo fuera el heredero en lugar de su hijo Medo. Así que instigo a su señor a deshacerse del extraño quien bajo el influjo de la magia de Madea obligó a Teseo a cumplir varios desafíos: se le pidió derrotar al toro de creta, quien sin temer fue a confrontarlo a Marathón donde se dice la batalla fue espectacular siendo Teseo el vencedor y por lo que fue invitado a un banquete de honor donde Egeo lo reconocería como su heredero gracias a la espada con la insignia de la familia, evitando así fuese envenenado por Medea.

Sus hazañas continuaron, derrotaría a sus primos los Pálantidas, enfrentaría a centauros y amazonas e incluso bajaría al mismo Hades entre muchas otras. Sin embargo pasado el tiempo su trono seria usurpado por Menesteo lo que obligaría a Teseo a exiliarse a Esciro, dominios de Licomedes, donde seria recibido con gran júbilo, lo que provocaría los celos y desconfianza del rey de Esciro. Menesteo usando esto a su favor instigaría a Licomdes para que enviara a sus soldaos y mercenarios más poderosos a combatir a Teseo. 

El combate fue reñido a pesar de ser solo Teseo contra diversos peleadores con distintas clases de técnicas y poderes, sin embargo el ataque fue insistente y concluiría trágicamente con Teseo derrotado cayendo a un desfiladero. Su leyenda perduro y su espíritu siguió protegiendo Atenas, manifestándose muchos años después de su muerte para auxiliar a sus compatriotas en contra de los poderoso ejércitos persas.

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